Enero de 2019.

Mi nombre es Agustín, el fundador de Evolucionemos, y les voy a contar un poco sobre mi vida y las motivaciones que me llevaron a tomar esta iniciativa:

Tengo 34 años y soy de Jesús Maria, ciudad de 50 mil habitantes en la provincia de Cordoba, Argentina. Hace 8 años que estoy viajando y trabajando donde mande el destino, he recorrido casi 70 países, en los 5 continentes.

Empecé un poco por curiosidad y casualidad también.

Tenía 22 años y estaba en 4to año de la universidad pública. Ya quería trabajar, tener algo de dinero, y se me ocurrió armar un complejo de fútbol en el terreno de mi casa familiar. Pensaba en limpiar el terreno, poner dos arcos y organizar campeonatos. La cuestión es que desde el primer día que agarré la pala hasta que lo terminé me tomó un año. Eran 4 canchas iluminadas de fútbol 5 con duchas, vestuarios y la cantina. Organizaba campeonatos que se jugaban todos los fines de semana y durante la semana alquilaba las canchas por hora, generalmente de nochecuando la gente salía de trabajar. Es muy popular en Argentina juntarse a jugar y después comerse un buen asado entre todos, con mucha carne, un poco de pan y sin ensalada. Para tomar: vino, fernet con coca y cerveza.

Tenía un montón de proyectos en mente, cuando uno hace cosas van surgiendo otras, me encantó emprender y me estaba yendo muy bien. Ahora.... antes de meterme de lleno en la vida responsable quería irme de viaje solo, ver que se sentía. Era una cuenta que tenía pendiente. Después a la vuelta me enfocaba en los proyectos.

Ahorre un año y medio y en el 2009 a la edad de 24 compré un vuelo a Cancún ida y vuelta. Recuerdo que miraba los lugarcitos alrededores, Tulum estaba cerca , también Playa del Carmen, lugares que pensaba visitar además de Cancún. Jamás imaginé ir a otros Estados de México, y menos hacia otro países.

Resuelta que en mayo de 2009 hubo un problema con la fiebre porcina en Mexico, una epidemia, y habían cerrado los aeropuertos. No podía viajar, me quería morir. Ya tenía todo planeado. Me fijé en el mapa al azar y decidí cambiar el vuelo a Cartagena, en Colombia, y de alguna manera llegar a mexico.

Ya en Colombia me enteré que no podía ir a Panamá por tierra.... no hay carreteras por el tapón de Darién, así de improvisado estaba. Tuve que tomarme oooootro vuelo a Panamá. Conocí gente viajera y entre en ese círculo, totalmente desconocido para mi, la mayoría eran europeos.

En transporte público recorrí Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala , Belice y Mexico. De Mexico me tome un vuelo a Peru y baje por Bolivia y Chile a la Argentina.

Fue un viaje increíble de 4 meses y medio, súper intenso visitando mas de 100 lugares diferentes, montañas, lagos, volcanes, playas, selvas, salares, de todo. Es increíble todas las bellezas que tenemos en America Latina. Jamás tuve un problema con nadie.

Ya de vuelta en casa, pensaba en recibirme y dar la vuelta al mundo. Dejé todos mis proyectos de lado y no podía pensar en otra cosa. Me encantó, lo disfruté mucho y la vida es una sola, hay que intentar todas nuestra locuras mientras no le hagamos daño a nadie.

Ahorre un año y medio en la canchas de fútbol mientras estudiaba. Me gradué de Licenciado en Administración y al mes viaje a Sudáfrica con pasaje de ida sin hablar una palabra de inglés. Me compré unos libros y empecé a aprender solo. De Sudáfrica fui a Suazilandia, Mozambique, volví a Suazilandia y pase de vuelta por Sudáfrica para ir Zimbabwe, luego Zambia, Malawi, Tanzania, Uganda, Kenia, dos días en Turquía y de ahí un vuelo para Argentina, tres meses en Argentina y partí a visitar mi familia del Líbano que no los conocía, después Barcelona en España, un vuelo a Viena en Austria, Bratislava en Eslovaquia, Budapest en Hungría, volví a Viena y de ahí al norte de Italia, de Italia un vuelo a Suecia, ferry a Finlandia, ferry a Estonia y de Tallin hice dedo pasando por Letonia, Lituania y Polonia, de Varsovia al norte , de ahí pasé por Alemania, República Checa, volví a Vienna, después Cracovia, de vuelta a Varsovia y de ahí un vuelo a la India, dos meses y medio viajando por la India, después Tailandia, Camboya, volví a Tailandia , Birmania, volvía a Tailandia, Laos, Vietnam, un vuelo a Australia, 4 meses allá y partí a Indonesia, Singapur y Malasya. Trabajaba de lo que salía.

Justamente en Malasya se me ocurrió el dibujo de Evolucionemos cuando quería hacerme un tatuaje de mi mayor aprendizaje del viaje. Estaba por volver a Argentina y había recorrido los 5 continentes en tres años y medio como me lo había propuesto.

Significa que el próximo paso de la evolución es la tendencia hacia una vida en comunidad donde los más fuertes contribuyen voluntariamente con los que más lo necesitan. Nos nos limitemos a pensar sólo en el dinero. Piense que usted de niño necesitaba de sus padres que lo cuiden bien para que crezca fuerte y sano.

De Malasya fui a Argentina por un mes y volé a Australia donde estuve 8 meses seguidos, luego Nueva Zelanda, unos días en Sydney y volé a Filipinas, después Japón, Korea del sur, Hong Kong, Tailandia y de ahí volví a Argentina.

Es fue un punto de inflexión.

Me preguntaba que hacer de mi vida? Estaba soltero, sin trabajo y ya había sobre-cumplido la meta, aunque mientras más conoces más te das cuenta todo lo que te falta.

Durante el viaje hice un montón de trabajos diferentes en países diferentes: trabajé de albañil , limpieza, mantenimiento, jardinería, en la cocina, juntando frutas, en una empaquetadora, camarero, ayudante de camarero, pintor, centro de sky, en hoteles, en una granja de mariguana, en una granja de verduras, manejando tractores y camiones ... etc . También hice varios trabajos voluntarios, iniciativas propias, por ejemplo en Sudáfrica se juntaban mucho niños a jugar en la playa y les enseñaba a nadar dos veces por semana una hora, jugábamos al fútbol y después limpiábamos la playa, armé una bar en Malawi, trabajé para dos festivales en Finlandia , en un jardín de infantes en Thailandia.

De todos los trabajos que hice lo que más me hacía feliz era sentirme útil para otras personas, y mientras mayor sea el impacto más feliz me hacia. Los voluntariados me encantaron. También me gusta mucho todo lo relacionado al desarrollo económico y social.

Cada lugar que visitaba lo contrastaba con mi ciudad y Latinoamérica en general. Por ejemplo en Africa me tocó vivir tres meses en pobreza extrema, con un dólar por día, el alquiler eran 3 dólares por mes, me bañaba en un lago y comía absolutamente todos los días lo mismo, sima, un tipo de polenta con una salsita. Se come con la mano. Saben qué? Nadie robaba absolutamente nada, por más que haya cosas de valor, no había rejas, muros ni cercos entre las casas. Y se respiraba felicidad.

Cuando llegué a Barcelona en España (primera vez en Europa) no lo podía creer, ese fue un punto de mucha reflexión. El transporte público, las bicisendas, el metro, todo arreglado, limpio, todo funciona. Comparaba con Córdoba, la segunda ciudad más grande de Argentina y cualquiera pensaría que estuvimos 50 años en guerra.

En Suecia algunos supermercados no tenían cajero, la gente compraba y pagaba sola! Sentía que venía de otro planeta.

En Asia que tiene algunas similitudes con Latinoamérica en cuanto al desarrollo tampoco había tantos robos y actos criminales, caminaba por todos lados y me sentía seguro. Las casas no estaban todas enrejadas llena de perros malos como pasa en mi ciudad.

En Australia trabajaba de albañil 3 días y ganaba lo mismo que en Argentina trabajando un mes. Junte mangos 5 días y ahorre lo suficiente para comprarme un un Toyota Camry modelo 93 con aire acondicionado, andaba impecable. Algo inimaginable en Argentina.

Era interesante que a los latinos que conocí en el extranjero a todos les iba bien, sin importar el país donde estaban ni su nivel de educación. Se armaban comunidades y eran todos bien unidos, se ayudaban para buscar trabajo o lugar donde quedarse.

Pero qué pasa en casa me preguntaba?

En America Latina más del 30 por ciento vive en la pobreza, el 50 por ciento son trabajos informales que no aportan a la seguridad social, es la region más desigual del mundo, la calidad de la educación pública es baja, los asaltos y robos son moneda común, la salud publica también deja mucho que desear. Tan desastrosos los latinos!? Pienso que no, que tenemos un potencial enorme.

Al contrastar mis razonamientos a lo largo del viaje con la evidencia científica me daba cuenta que estaba en lo correcto, sentía que tenía muchísimo por aportar pero cómo?! Como empiezo era la gran pregunta!

Creo que todos las personas del mundo a la larga tenemos tres grandes desafíos para vivir en armonía:

-Primero: tener un trabajo que lo disfrutemos.

-Segundo: encontrar una pareja estable, con proyectos a largo plazo.

-Tercero: ser parte de una comunidad unida, donde nos sintamos aceptados.

Trabajo no tenía, pareja tampoco. Decí que no me afecta mucho lo que piensan de mi!

La ansiedad empezó a afectarme, porque sabía lo que realmente quería pero no sabía cómo empezar.

Trataba de engañarme ami mismo, de fantasear con algún emprendimiento propio o trabajar en alguna empresa. Una de esas fantasías y cuentas pendientes era vivir en Zanzibar, una isla paradisiaca en Tanzania, y hablar el idioma de allá, así que mientras enseñaba inglés como profe particular en Argentina estudie suajili y después de 6 meses partí. Pero a Nueva Zelanda, donde tenía el vuelo. De Nueva Zelanda fui un mes Tailandia que me encanta y de Tailandia iba a ir a Tanzania pero ya extrañaba Europa. Sin pensarlo demasiado me tomé un vuelo y partí para Barcelona. Trabajé en un restaurante y aproveché a visitar amigos en Malloraca, Ibiza, Francia, Portugal y Holanda. En Barcelona imprimí 100 camisetas y 50 bolsos con el dibujo de Evolucionemos para que me sirvan de ancla, eran como 20 kilos más que tenía que cargar, a ver si me quedaba en un lugar y empezaba con un proyecto social. Cargué todas las camisetas, pagué el exceso de equipaje y volé a Qatar. Pasé una noche allá visitando mi prima y de ahí otro vuelo a la isla de Zanzibar, en Tanzania, con la intensión de quedarme. Aventura aparte hablando suajili, uno de mis mejores amigos era un mono babuino, me quede 4 meses. Armé un proyecto para hacer un hotel pequeño, tenía que buscar inversores. Pero era complicado emprender, los impuestos muy altos y los servicios públicos deficientes, no había agua corriente, la electricidad se cortaba a cada rato, me iban a insultar todo el tiempo. Por lo que decidí irme a Sudáfrica y armar un bar allá, darle una mano a un amigo medio alcoholico que me había ayudado con mi inglés hacia 5 años. Las cosas no salieron como pensaba. De todas maneras, después de dos meses armé el bar, se llamaba Boehmia y me fui el mismo día que se abrió.

 

Volé a Rusia. Estuve un mes en Moscú y empecé a estudiar y leer mucho más. Rendí un curso de inglés para estudiar desarrollo económico en una universidad Europea, en contra de mis emociones, estaba en el aula y deseaba que haya un ataque terrorista para que suspendan el examen. Además de que soy autodidacta y hay cursos muy buenos por internet que son gratis, notaba que ya está todo estudiado, hace falta llevar lo que funciona a la práctica, LO QUE FALTA ES GENTE DE ACCIÓN. Pero qué hago, como empiezo!

En Sudáfrica había aplicado para una visa de un año en Canadá. Así que en Moscú aproveché para ir a la embajada Argentina y cumplir con otros requisitos de la visa.

Compré un vuelo a Canadá desde Grecia. De Rusia en autobús a Ucrania, pase por Moldova, Rumania, Bulgaria, Grecia y de ahí un vuelo a Toronto, Canadá. Resulta que cuando llegué me querían deportar, es muy discriminador el gobierno de Canadá, al final me hicieron un permiso especial por un mes pero después de 32 horas me tomé otro vuelo a California. Estuve unos meses totalmente inesperados con mis tíos que hacía 20 años que no los veía. Me compré una moto. Pero no tenía licencia y tampoco sabía manejarla. Aprendí por internet después de tenerla tres semanas parada en la cochera. Al final la dejé en casa de mis tíos. Decidí tomarme un vuelo y sorprender a mis padres en Brasil, era el cumpleaños de mi mamá. Estuvimos una semana ahí y nos volvimos juntos a la Argentina.

Y ahora... que hago en Argentina!?

Pensé en involucrarme en política. Pero yo soy más de acción y vieron que si uno quiere ser funcionario público es una burocracia enorme, hay 800mil regulaciones. Si queres hacer algo necesitas la autorización de 85 personas entre jefe, sub jefe, secretario , etc etc es totalmente desmotivante. Además el sistema económico, la justicia, la salud, la educación, todo es completamente obsoleto y está corrompido, para cambiarlo se necesita ser presidente con mayoría en las doscámaras y hacer una revolución. Es bastante limitado mi aporte si voy por ahí, y peor aún sin dinero.

Otra cosa, como político el enfoque pasan a ser los votos más que el impacto social de una iniciativa. Y más cuando estás en una etapa de construcción. De hecho al estado le faltan incentivos para solucionar los problemas sociales: Imagínese que usted es gobierno. Su subsistencia o felicidad depende de los votos. Hay un problema en su ciudad. Tiene que elegir entre pagarle 15 mil pesos a una trabajadora social para ayudar a madres adolescentes en el cuidado de sus hijos (viendo los resultados en varios años, si los hay) o darle mil pesos en efectivo a 15 familias. ¿Cómo cree que obtendría más votos?. Por otro lado la elección de dicha trabajadora social seguramente será dudosa y tampoco ella tendrá muchos incentivos para mostrar avances. Cobrará el sueldo de todas maneras, lo haga bien o mal.

Seguí con mis lecturas de libros y también hice varios cursos por internet sobre desarrollo social, ciudades sustentables, y también macroeconomía, todos sobre America Latina.

Estaba trabajando en Argentina, había encontrado trabajo en un hotel. La moto seguía en Estados Unidos y me había quedado con las ganas de ir al Reino Unido a trabajar.

Pasé seis meses en Argentina y partí a Bristol, una ciudad en Inglaterra. Antes de ponerme a trabajar fui un una semana a visitar una amiga en Suiza. Volví y trabajé un mes en dos restaurantes de mesero. Me cansé y fui dos semanas a Rusia para el mundial de fútbol, volví a Inglaterra y trabajé tres meses y medio en una granja orgánica durante la semana y los fines de semana pintaba una casa. Había ahorrado unos dólares y ya empezaba a mirar el mapa e imaginarme el viaje en moto por Latinoamérica, también pensaba en usar esos dólares para comprarme un terrenito, tener algo de seguridad ya que no tengo nada. Bueno... excepto la moto y la mochila... Tenia otra de esas luchas entre mis emcociones y la razón.

Después de la granja me tomé un vuelo de Londres a Los Ángeles y volví a Fresno. No podía creer que tenía esa moto. Me daba miedo subirme, y para colmo venia de Inglaterra que se maneja por el lado contrario...

En Estados Unidos trabajé 5 semanas en un empaque de frutas y 3 semanas en una granja de mariguana. Luego me decidí.

Desde Fresno, California,

me fui a Las Vegas en moto, el Gran Cañón del Colorado, Tucson, hasta llegar a Hermosillo, ya en Mexico,  donde no conocía absolutamente a nadie. Ahí empezaba el gran sueño. El proyecto “Evolucionemos, uniendo Latinoamérica”: una red de organizaciones civiles no gubernamentales que promueven e invitan al ciudadano tanto a resolver cómo evitar problemas de su comunidad. También fomentar la integración regional de los países a través de voluntariados y visas especiales de trabajo.

Por medio de las redes sociales me contacté con gente involucrada o que se quiere involucrar y así se le fue dando forma al proyecto. La idea es que difundamos sus organizaciones y puedan crear sinergia con otras organizaciones que formen parte, con el fin de hacerlas crecer y facilitarle a las personas la manera de involucrarse acorde a sus pasiones o causas que considere prioritarias. Alguien entrará a la página web, buscará su país, ciudad, y los proyectos disponibles para contribuir: espacios verdes, deportes, artes, talleres de lectura, etc. Nuestro objetivo es transformar la crítica en acción. Una vez que organizaciones de toda America Latina formen parte de la red, fomentaremos los intercambios, que todas las personas, sin importar el nivel de ingresos, tengan la oportunidad de ir y trabajar en cualquier país de Latinoamérica.

Si pudieron lograrlo en Europa después de 2000 años en guerra, ¿cómo no lo haremos nosotros compartiendo el mismo idioma y religión? De eso se trata la red, de unirnos para hacer de America Latina un lugar increíble para vivir, sin fronteras ni pobreza.